Tres familiares de altos vuelos

Derivado del A6 Avant en realidad parece que se ha machado sobremanera en el gimnasio para esculpir una carrocería de lo más bestia. Tal es así que su anchura se ha incrementado en 8 cm, en concreto lo han hecho sus pasos de rueda, para dar cabida a unas vías más anchas. Del mismo modo, se diferencia del resto de A6 por sus llantas de hasta 22 pulgadas, sus paragolpes sobredimensionados, los detalles en negro o carbono, así como el difusor posterior con la doble salida de escape ovalada.

En el interior el aspecto rácing está configurado con materiales de corte noble como el Alcantara o la fibra de carbono, mientras que el maletero hace gala de una capacidad de 565 litros, perfecta para meter todo lo que se nos ocurra. Volumen que puede ampliarse hasta los 1.680 litros al abatir la segunda fila de asientos, dejando un suelo completamente plano.

No obstante, el protagonismo se lo reparten entre el motor y la puesta a punto del chasis. Del primero se trata de un V8 biturbo de 4,0 litros que entrega la nada despreciable cifra de 600 CV a 6.000 rpm y 800 Nm de par máximo entre las 2.05 y las 4.500 vueltas. Combinado con una caja de cambios automática tiptronic de ocho relaciones y con la tracción total quattro, tan solo necesita 3,6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h alcanzando una velocidad punta de 250 km/h que puede desbloquearse hasta los 280 o 305 km/h con el paquete dynamic y dynamic plus, respectivamente. Para reducir su consumo, el V8 monta un sistema de desconexión de cilindros y una red eléctrica de 48 voltios que le permite realizar una conducción en inercia apagando por completo el motor. Co todo homologa un gasto de 12,5 l/100 km.

En el apartado dinámico, el RS 6 equipa un diferencial trasero activo, suspensión neumática con amortiguadores controlados electrónicamente, dirección activa a las cuatro ruedas y dos programas de conducción RS específicos (RS1 y RS2) que permite al conductor personalizar los diferentes parámetros del vehículo a su antojo.

Lo mejor del AUDI A6

• · Diseño y maletero.
• · Prestaciones ultra deportivas.

Lo peor del AUDI A6

• · Precio elevadísimo.
• · Detalles de equipamieto.

Hablar de deportividad dentro de Mercedes-Benz es hacerlo, sin duda, de AMG. El departamento deportivo de Affalterbach siempre consigue sacar lo mejor de los modelos de la estrella y en el caso del Clase E Estate no ha hecho sino convertir un familiar funcional en una auténtica bestia del asfalto. Bastan tres datos para entenderlo: 3,5 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, 612 CV de potencia y un rugido más ronco del V8 biturbo superior al de un Fórmula 1 actual.

Porque este es el corazón que anima a este familiar, un V8 biturbo de 4,0 litros que además de entregar dicha cifra de potencia a partir de las 5.750 rpm, lo acompaña de un par máximo de 850 Nm a partir de las 2.500 rpm. Todo ello está gestionado por una caja de cambios automática de nueve relaciones. El salvaje Mercedes-AMG E 63 S 4MATIC+ suman una dirección deportiva, frenos de mayores dimensiones (opcionalmente se ofrecen los carbocerámicos), suspensión neumática regulable en diferentes modos. Por su parte en

el apartado estético destaca por sus paragolpes sobredimensionados, generosas tomas de refrigeración, pasos de rueda ensanchados, llantas de 20 pulgadas de serie o un difusor trasero con cuatro salidas de escape. Y todo ello sin olvidar los 640 litros de maletero que se pueden convertir en 1.820 al abatir la segunda fila.

Lo mejor del MERCEDES-BENZ Clase E

• · Capacidad del maletero.
• · Bestia no, lo siguiente.

Lo peor del MERCEDES-BENZ Clase E

• · Calidad de algunos materiales.
• · Lleva vigente desde 2017.

Quien se tirase de los pelos por haber visto un Porsche SUV, seguramente se quedase calvo del todo cuando la firma de Stuttgart decidió lanzar no solo una berlina, sino una carrocería de corte familiar. En este sentido no llega a la practicidad de sus dos compatriotas pues el maletero cubica 520 litros de inicio que se rebajan a los 425 litros en la que es la versión más deportiva de toda la gama: el Turbo S E-Hybrid.

Sí, porque para rizar el rizo, Porsche no solo ofrece un modelo de corte familiar sino que la única manera de tener caballos de vapor por doquier es sumar la electrificación. Así es como el Panamera, en general, y el Sport Tursimo en particular consiguen  cifrar un rendimiento de nada menos que 680 CV. Para conseguirlo recurre por un lado a un V8 biturbo de 4,0 litros que declara 550 CV y 770 Nm al que se suma un entramado híbrido enchufable con un motor de 136 CV y una batería de iones de litio de 14,1 kWh de capacidad. La misma que le permite homologar un recorrido cero emisiones superior a los 40 kilómetros y obtener la etiqueta CERO de la DGT.

Y es que además de rápido este Panamera Turbo S E-Hybrid Sport Turismo es eficiente pues no solo consigue un 0 a 100 km/h de 3,4 segundos, la cifra más baja de esta terna, sino que el consumo medio homologado es de tan solo 3,7 l/100 km. 

Lo mejor del PORSCHE Panamera

• · Etiqueta CERO.
• · Rendimiento.

Lo peor del PORSCHE Panamera

• · Precio elevado.
• · Autonomía eléctrica.